lunes, 28 de marzo de 2011

Renacimiento

La pintura renacentista está plena de religiosidad, sin embargo, cada artista busca su propio estilo, en donde el retrato y la representación del paisaje tienen mucha importancia. Durante el renacimiento surgen diversas escuelas, estas adquieren el nombre de la ciudad donde se desarrollan, entre estas se citan: la Escuela Florentina, la Veneciana, la de Siena, la de Umbría, la de Parma, la de Verona, la de Padua, la de Milán y la de Carrara.


Los pintores también se agrupan, pero por generaciones, así, tenemos los del Quattrocento (1400) y los del Cinquecento (1500). Hay otra clasificación muy utilizada para caracterizar las obras pictóricas del renacimiento, la cual es:

Renacimiento Temprano: que abarca desde el año 1420 hasta el año 1500 y cuyos representantes más significativos son Fran Angélico de Fiesole, Masaccio, Piero della Francesca y Sandro Botticelli, entre muchos otros, con pinturas verdaderamente grandiosas.

Alto Renacimiento: que comprende el período que va desde el año 1500 hasta el año de 1527, en el cual se destacaron famosos pintores: Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Tiziano, Pablo Veronés, Tintoreto, Rafael Sanzio, Juan Van Eyck, Alberto Durero, Jean Cousin y el Greco.


CARACTERÍSTICAS DE LA PINTURA RENACENTISTA

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Es narrativa: expone historias y sucesos, reales o ficticios, sacados de la religión, de la mitología o de la historia.
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Es realista: las figuras humanas o de animales, y los objetos inanimados están reproducidos con el mayor cuidado porque se parezcan en todo a sus modelos reales.
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El cuadro se presenta como un escenario: un espacio cúbico, sugerido por medio de los recursos que enseña la perspectiva geométrica recién descubierta y dan la ilusión de profundidad.
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El punto de vista del pintor suele estar en el centro del cuadro. La composición está sometida a esquemas intelectuales, es decir, razonados. Suele preferirse la forma simétrica en la distribución de las figuras.
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En cuanto a los esquemas de composición preferidos, el triangular (con el vértice arriba o invertido) y el rectangular con la división del espacio en segmentos áureos. En algunos casos, los triángulos son dos combinados.
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En general, es una pintura dibujística, que se fundamenta en el poder definidor y expresivo de la línea, y considera el color como un accidente de la materia de importancia secundaria. Las formas se cierran con un dibujo de trazo continuo y su separación del fondo es absoluta.
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Se da interés preferente al cuerpo humano, en particular al desnudo, cuya anatomía se estudia y copia cuidadosamente.
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A partir del siglo XV, se usará en vez del temple, la técnica del óleo, inventada por los pintores flamencos, que facilitará el desarrollo de la pintura de caballete.


Ejemplos:




Por.
Augusto Cortez.
Berenice Muñoz.
Javier Cortez.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El arte gótico

El arte gótico es un estilo que se desarrolló en Europa occidental durante los últimos siglos de la Edad Media, desde mediados del siglo XII hasta la implantación del Renacimiento (siglo XV para Italia, y bien entrado el siglo XVI en los lugares donde el gótico pervivió más tiempo). Se trata de un amplio período artístico, que surge en el norte de Francia y se expande por todo Occidente. Según los países y las regiones se desarrolla en momentos cronológicos diversos, ofreciendo en su amplio desarrollo diferenciaciones profundas: más puro en Francia (siendo bien distinto el de París y el de Provenza), más horizontal y cercano a la tradición clásica en Italia (aunque al norte se acoge uno de los ejemplos más paradigmáticos, como la catedral de Milán), con peculiaridades locales en Flandes, Alemania, Inglaterra, Castilla y Aragón.
Se aplicó en el campo de la arquitectura civil y religiosa, la escultura, las vidrieras, la pintura mural y sobre tabla, los manuscritos y las diversas artes decorativas.
Para los países y las regiones se desarrolla en momentos cronológicos distintos, ofreciendo en su amplio desarrollo diferenciaciones profundas: más puro en Francia y cercano a la tradición clásica en Italia.
El término “gótico” fue utilizado por primera vez en el siglo XVI por el italiano Giorgio Vasari, gran historiador del arte. Para así definir el “oscuro” arte de la Edad Media de manera peyorativa (godo, de ahí el término gótico, es decir, bárbaros) frente al glorioso pasado de la Antigüedad Clásica griega y romana; al tiempo que definía lo clásico (es decir, digno de imitación, mientras que lo “gótico” era rechazado, considerado algo inferior).
Se produjo una revalorización de este periodo en el siglo XIX debido a movimientos historicistas y románticos. El gótico apareció a continuación del románico, a lo largo de la baja edad media, y hoy día se considera uno de los momentos más importantes desde el punto de vista artístico en Europa.
El arte gótico encontró implementar su gran estilo en la arquitectura, después de esto despego hacia otros horizontes, desafiando todos los tipos de artes, logrando dejar su legado en el campo artístico.

CONTEXTO HISTORICO
El arte gótico propiamente dicho coincide en el tiempo con la plenitud y la crisis de la Edad Media. Se suele indicar que frente al arte románico (que refleja una sociedad ruralizada de guerreros y campesinos), el gótico coincide con el máximo desarrollo de la cultura urbana donde aparece la burguesía, las universidades y el florecimiento de las órdenes religiosas (monásticas como el Cister y mendicantes como franciscanos y dominicos), así como la acentuación de los conflictos y la disidencia (revueltas populares, herejías, desarrollo y crisis de la escolástica, Cisma de Occidente) y finalmente los pavorosos espectáculos de la Peste Negra y la Guerra de los Cien Años en un mundo tan cambiante que sólo puede entenderse en términos de una mutación fundamental (para la historiografía materialista, la transición del feudalismo al capitalismo).
[editar] Caracterización
Frente a las pequeñas y oscuras iglesias rurales del románico, el gótico eleva prodigiosas catedrales llenas de luz, desarrolla una importante arquitectura civil e independiza a las otras artes plásticas (pintura y escultura) de su subordinación al soporte arquitectónico.
No obstante, hay también muchos elementos de continuidad: el predominio de la inspiración religiosa en el arte sigue siendo indiscutido, el monasterio como institución apenas varía excepto en detalles formales y de adaptación a nuevos requerimientos, la misma planta de las iglesias sigue siendo predominantemente la cruz latina con cabecera en ábside orientada al este, aunque se complique o varíe (plantas basilicales, colocación del transepto en el centro, complicación de naves, capillas y girolas). Sin duda el principal elemento de continuidad es la concepción intemporal de la obra: en la mayor parte de las construcciones los estilos se suceden y funden al ritmo de los siglos, sabiendo los contemporáneos que hacen una obra que ellos no verán terminada, ni quizá sus hijos o nietos. En muchas de ellas, incluso se pone en valor el atrevimiento por comenzar un desafío técnico o económico (a veces por rivalidad política) que cuando se inicia no se ha planificado cómo terminar, como es el caso de las catedrales de Siena y de Florencia.
Planta de la catedral de Chartres.
PINTURA GOTICA

http://www.youtube.com/watch?v=tKIXSGxI374

martes, 15 de marzo de 2011






Historia del Arte Bizantino

El arte bizantino constituye uno de los episodios más grandiosos del arte universal. Se fundamenta en el arte griego y paleocristiano, con grandes influencias orientales (persa y musulmana).

Para los templos, se usa con preferencia la planta centralizada o de cruz griega con grandes cúpulas sobre pechinas. Aunque los materiales constructivos no son especialmente ricos, sí lo es su decoración a base de mosaicos y pinturas murales, donde la representación de la figura humana, solemne y hierática, genera una gran sensación de espiritualidad que heredará posteriormente el arte románico.

El arte bizantino se va a dividir en tres grandes etapas:

Arte protobizantino: 527 - 726, año en el que aparece la querella iconoclasta. La época dorada de este arte coincide con la época de Justiniano.

La querella iconoclasta se prolongó entre los años 726 - 843 y enfrentó a los iconoclastas contra los iconódulos y fue tan violenta que produjo una crisis artística acentuadísima, especialmente en el arte figurativo.

Primera Edad de Oro Bizantina: 913 - 1204, momento en que los cruzados destruyen Constantinopla.

Segunda Edad de Oro Bizantina: 1261 - 1453, cuando los turcos toman Constantinopla.

El cesaropapismo va a durar durante todo este periodo y este arte va a ser fundamentalmente áulico, al servicio del poder político, y cuando represente al emperador, hecho muy frecuente, será un arte que aparentemente parece irreal, pero que es el reflejo de esa ostentación majestuosa y solemne que rodeaba a los emperadores y les convertía en símbolos del poder político y religioso.

Arquitectura y Arte Bizantino Medieval

Tras la querella iconoclasta se dan tres periodos según la dinastía gobernante en Bizancio:

Período Macedonio: 867-1057.

Período Comneno: 1081-1204.

Imperio latino de Constantinopla: cuando llegaron los cruzados de occidente.

Período Paleólogo: contemporáneo al gótico.

Respecto a la arquitectura, predominan dos tipos iglesia: la de cruz inscrita y la de octógono cruciforme. En ambas se da la planta cuadrangular o rectangular, una cruz inscrita y una cúpula central coronando el edificio. Esto se debe fundamentalmente a que pretenden que el templo sea un compendio del cosmos creado por Dios, por eso se denominan iglesias microcosmos. La cúpula simboliza el cielo, el cuadrado representa la tierra y la cruz es la forma geométrica que sirve de interrelación entre el cielo y la tierra.

buscan la anulación espacial mediante:

Fondos de oro como telón de fondo y si no se usa el oro, telones cromáticos.

Representación de paisajes y arquitecturas totalmente conceptuales.

Los suelos no tienen relación real con los objetos o figuras que se depositan en ellos.

Se usan perspectivas conceptuales: las jerárquicas y las diversas fundamentalmente.

Se buscan los arquetipos intemporales, las figuras-esquema, que anulen el concepto de tiempo. Esto lo logran mediante:

o Se suprimen los moderados, que dan sensación de plasticidad y relieve. Por el contrario, predomina la línea.

o Tendencia a figuras muy estilizadas, ya que la estilización contribuye a manifestar espiritualidad.

o Impasibilidad e inmovilidad.

o Las figuras siempre se proyectan en dos dimensiones, anulan conscientemente la tercera dimensión.

Generalmente todos los programas iconográficos, del mismo modo que los recursos estilísticos, se repiten constantemente en todas las iglesias. Esto se debe a la elaboración posiblemente en la segunda mitad del siglo IX de un tratado llamado "Hermeneia" en donde se dicta cómo se deben realizar las escenas y que escenas deben colocarse en cada lugar del templo. De este modo, surgió un proyecto decorativo que va a ser común para todas las iglesias.

La Hermeneia no se conserva, pero la conocemos muy bien porque en el siglo XIX se encontró un manuscrito que recogía la Hermeneia en un monasterio del monte Athos, en Grecia. En función de la Hermeneia las escenas y las figuras disponen de la misma manera:

El nivel inferior (en los muros): deben aparecer exclusivamente patriarcas del Antiguo Testamento, profetas, apóstoles, mártires y obispos.

En el nivel medio (trompas, pechinas, tímpanos...): deben aparecer historias de la vida de Cristo que recojan sus momentos más trascendentales.

En el nivel superior (cúpulas y bóvedas de horno en los ábsides): debe aparecer Cristo en majestad, la Vírgen y los ángeles.









viernes, 4 de marzo de 2011

Arte paleocristiano


Arte Paleocristiano


Entre la caída definitiva de Roma y la plena instalación de una cultura cristiano-germánica en Europa, transcurren tres siglos dominados por un arte espiritualmente en alza pero económicamente en decadencia: el arte paleocristiano. El arte paleocristiano nace con los orígenes del cristianismo dentro del Imperio Romano pero se manifiesta en su fase de esplendor a partir del 313
del Edicto de Milán, cuando la religión oficial del Imperio va a ser el cristianismo,El realismo clásico es sustituido por el expresionismo cristiano

El hecho de que el cristianismo se difundiera primero por las provincias romanas de Oriente va a suponer una influencia anticlásica de un arte tradicionalmente simbólico y expresivo (Egipto, Persia, etc). Además el hecho de que esta nueva religión se difundiera antes entre las clases sociales más bajas, conlleva la necesidad de usar un lenguaje más claro y fácilmente comprensible por los fieles. Como la liturgia cristiana exige la congregación de todos los fieles, las paredes de sus catacumbas primero y de sus basílicas después, se llenarán de imágenes y escenas elocuentes cuya narrativa no ofrezca lugar a dudas.

La Arquitectura.

Las primitivas comunidades cristianas se congregaban en casas particulares o en catacumbas: pasadizos secretos y subterráneos donde se celebraba la liturgia. No hay pues una arquitectura oficial que defina el nuevo espíritu. Pero en el año 313 se acaba la clandestinidad y los cristianos toman la basílica romana para sus fines religiosos porque era el edificio que mejor se adaptaba a sus necesidades y a las grandes concentraciones de fieles.

La iconografía

La iconografía La iconografía escultórica es víctima también de la tradición hebraica que prohibe la representación de la divinidad. Por eso, hasta bien entrado el siglo IV, no va a haber escultura de bulto redondo. Sin embargo en los sarcófagos se mantiene la línea escultórica romana siendo a veces imposible de distinguir unos de otros

La Pintura

La pintura abandona el procedimiento del fresco para acogerse al más duradero y refinado del mosaico. Las escenas están tomadas indistintamente de Viejo y del Nuevo Testamento, siempre con las figuras humanas en claro protagonismo sobre un paisaje esquemático y accesorio. Aparece toda la simbología propia del cristianismo, el cordero, el pastor, el pantocrátor, el pez, etc. Paulatinamente nos alejamos de los patrones clásicos, desaparece el relieve y el modelado para dar paso al color plano y la línea gruesa, la cual resalta más la expresividad del fervor religioso. Formas compositivas jerarquizadas y simétricas, frontalismo para las figuras importantes y rostros hieráticos e inexpresivos en señal de respeto hacia ellos.

Veronica L. Pulido Hernandez & Yael E. Sotelo Zazueta